Según el comunicado de la Asociación de Industrias de la Energía Solar (SEIA, por sus siglas en inglés) del 22 de julio de 2021, se estima que el país asiático incorpore a su producción alrededor de 65 gigawatts adicionales generados a partir de energía solar, llegando a una capacidad total aproximada de 300 gigawatts al final de año.
Un mercado incierto
El aumento de la capacidad de producción de energía a través de celdas fotovoltaicas y otras tecnologías similares sólo se amplió en torno a 13 gigawatts el primer semestre del año, ya que la limitada oferta de materia prima y la subida de los precios de otros productos clave frenaron el desarrollo de nuevos proyectos solares.
«(El progreso de) los proyectos solares a gran escala en los próximos meses dependerá de la fluctuación de los precios y de la accesibilidad a los materiales necesarios», mencionó Wang Bohua, presidente honorario de la Asociación de la Industria Fotovoltaica de China (CPIA, por sus siglas en inglés), en una conferencia industrial en el mes de julio.
El precio de materias primas necesarias para la elaboración de equipos de energía solar, como el silicio policristalino, ha aumentado considerablemente los últimos meses, siendo el ejemplo mencionado un 350% más caro en junio de este año que en la misma fecha del año 2020. No obstante, Wang predice un aumento para la demanda de paneles solares en proyectos residenciales y de generación distribuida (en la que los equipos están próximos al usuario final), debido a las diversas políticas gubernamentales chinas que están enfocadas en aumentar el consumo de energías renovables dentro del país.
Lineamientos de Pekín aseguran la continuidad de los proyectos
Wang prevé un aumento de capacidad de 55 a 65 gigawatts para finales de este año, y que se espera que este número aumente considerablemente, proyectando un crecimiento de entre 70 y 90 gigawatts al año de 2022 a 2025.
El mes de mayo, China ordenó a las empresas de transmisión eléctrica que conectasen al menos 90 gigawatts de energía solar y eólica a sus redes este año, lo que significa que estas tecnologías serán responsables de aproximadamente el 11% del consumo energético del país asiático, frente al 9,7% que representaron en 2020.
China, un gigante en energía solar
China cuenta con la mayor capacidad de producción de energía solar del mundo, con 253 gigawatts de capacidad instalada a finales de 2020, frente a los 151GW y 102,8GW de la Unión Europea y Estados Unidos respectivamente, según los datos de Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés).
La Asociación de la Industria Fotovoltaica de China también estima que las exportaciones de módulos solares y otras tecnologías del país asiático aumentarán este año; sin embargo, se mencionó que las disputas políticas y comerciales podrían disminuir las ventas de estos. Un ejemplo de ello es la prohibición que Estados Unidos impuso a finales de junio, que imposibilitó las importaciones de cinco compañías del sector al país norteamericano debido a supuestos trabajos forzados en las fábricas de dichas empresas en Xinjiang.