Un año de energía limpia para Bolivia

Parque Eólico El Dorado Santa Cruz

El 2021, tuvo entre sus novedades la entrada en el mercado eléctrico de dos grandes proyectos de energía alternativa, la primera en Oruro, con una planta solar con energía fotovoltaica y la otra en Santa Cruz, con tres parques de generación de energía eólica. Esto invita a mirar el pasado para una reflexión sobre el camino recorrido en los últimos años de nuestra historia en cuanto a energía eléctrica.

Antes que todo, se debe recordar que a mediados de la primera década del siglo 21, nos encontrábamos con una demanda eléctrica creciente, misma que no fue atendida por los agentes del mercado que habían ingresado en los noventa como producto de la implementación del sistema de regulación sectorial y con la participación de privados que habían capitalizado la antigua ENDE.

En ese momento la oferta eléctrica rondaba los mil Megavatios y, en ese entonces, no estaba en los planes de los privados la producción de energías alternativas derivadas del sol o el viento. Hoy, Bolivia, a partir de la inversión del Estado a través de la ENDE post nacionalización, ha incrementado esta oferta un 30% exclusivamente con esta energía solar y eólica; satisfaciendo de esta manera la demanda creciente con generación de energía alternativa y limpia.

Este año, Bolivia estrenó una planta fotovoltaica que aporta 100 Megavatios a la oferta eléctrica; asimismo, los recientemente inaugurados, parques eólicos de Warnes, San Julián y El Dorado aportan 108 Megavatios a la oferta; estos importantes proyectos, unidos a otras apuestas hechas en materia de energía limpia suman 305 Megavatios que se producen actualmente. Esto, en comparación con la Bolivia del 2005, permite ver que hoy, se genera un tercio más de la energía que generaba Bolivia en el 2005 de manera alternativa y limpia, constituyendo un importante avance para el país.

Resulta interesante en la perspectiva de este 2021, como el país ha superado la sombra de un déficit energético, registrando importantes logros en materia de energía; pero, más atractivo aún, resulta reflexionar sobre el hecho de que nuestro país camina en la senda de la energía limpia con importantes aportes al mercado eléctrico boliviano provenientes de la energía solar y la de los vientos; aprovechando así, recursos no convencionales.

En suma, el incremento de la producción de energía eléctrica en Bolivia, permite percibir un avance notable en esta materia en beneficio de los bolivianos que, conforme se va verificando este incremento, vamos caminando en la seguridad del abastecimiento de este importante recurso. Asimismo, es un motivo de encomio que ese incremento, tenga cada vez una mayor participación de energía limpia, generada alternativamente. Registrándose este 2021 importantes avances con el ingreso en operación de las platas fotovoltaicas y los parques eólicos en Oruro y Santa Cruz.

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