Página Siete Digital |Conservación Estratégica en coordinación con la Autoridad Plurinacional de la Madre Tierra- APMY presentaron un estudio.
Un estudio desarrollado por Conservación Estratégica (CSF por sus siglas en inglés) en coordinación con la Autoridad Plurinacional de la Madre Tierra – APMT y con el apoyo de la embajada de Suecia en Bolivia, evaluó el impacto económico de un conjunto de medidas de mitigación consideradas en el segundo informe nacional de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas, NDC (por sus siglas en inglés) presentadas recientemente por el Estado Plurinacional de Bolivia ante Naciones Unidas.
De acuerdo con el último reporte del Panel Intergubernamental de Cambio Climático, el tiempo se acaba para alcanzar el “pico” de emisiones a nivel global para evitar que la temperatura promedio de la tierra aumente por encima de los 1,5°C con relación a la era pre industrial.
Según las estimaciones, los esfuerzos de mitigación de emisiones deben acelerarse para alcanzar las reducciones de 45% hasta el 2030. Para lograr este objetivo, los científicos y académicos urgen a todos los países, desarrollados y en vías de desarrollo como Bolivia, a actuar inmediatamente.
Bolivia es uno de los países más vulnerables al cambio climático por sus condiciones físicas y nivel de desarrollo. En ese contexto, el país avanzó recientemente en el proceso de revisión y actualización de sus NDC, con el objetivo de reducir sus emisiones al año 2030 y aportar al esfuerzo global de mantener el incremento de temperatura media mundial en 1,5°C.
En Latinoamérica, el mayor desafío se encuentra en el sector forestal y de cambio de uso del suelo, y Bolivia no es la excepción. Un estudio reciente, desarrollado por CSF, muestra que Bolivia tiene grandes posibilidades de continuar con su desarrollo económico haciendo uso sustentable de sus bosques y, a la vez, reduciendo sus emisiones de dióxido de carbono.
El estudio desarrollado por CSF, en colaboración conjunta entre la academia, la sociedad civil y el sector público, analizo´ el impacto económico de algunas de las medidas consideradas por el Estado boliviano para alcanzar las NDC.
Las medidas analizadas pertenecen a los sectores forestal, energía y transporte. Según el estudio, la reducción de la deforestación sería la medida más costo-eficiente y la que tendría mayor capacidad de contribuir en la reducción de gases de efecto invernadero.
Asimismo, el estudio establece que la implementación del conjunto de medidas, permitirían que el país contribuya con una reducción del 40% de sus emisiones hasta en 2050. Este objetivo se alcanzaría sin que se tenga que incurrir en un costo económico, dado que las proyecciones de crecimiento en un escenario con medidas, respecto a un escenario base (sin medidas), sería entre 2,4 y 2,7% mayor. Esto representa, aproximadamente, 15.500 millones de dólares adicionales en valor presente y la generación de empleo neto.
Durante el evento de presentación del estudio, Luis Gonzales, Coordinador Económico de Cambio Climático de Clapes UC e investigador asociado de CSF, mencionó que Bolivia tiene la potencialidad de avanzar al desarrollo sustentable, si adopta compromisos de conservación de bosques y abandona su dependencia en combustibles fósiles en generación eléctrica y transporte “Los datos nos muestran que los esfuerzos de mitigación de emisiones, serían recompensados con mayores recursos fiscales, mayor PIB, generación de nuevas oportunidades de trabajo y mejora en la calidad de vida gracias a la mejora del medio ambiente”.
Sobre el conjunto de medidas que fueron analizadas, Juan Carlos Torrico, Director de Mitigación y Adaptación al Cambio Climático de la Autoridad Plurinacional de la Madre Tierra, resaltó que, si bien la lista de medidas que fueron analizadas por el estudio no coincide al 100% con la lista de medidas que fueron presentadas en la actualización de las NDC en el marco del Acuerdo de París, el estudio rescata las medidas más relevantes y, por tanto, los resultados son altamente representativos y útiles para orientar el proceso de toma de decisiones.
Asimismo, Guido Meruvia, de la Embajada de Suecia en Bolivia destacó que la implementación del conjunto de medidas tendría un costo de implementación equivalente al 30% del PIB, por lo tanto, su financiamiento dependería tanto de fuentes internas como externas, y demandará la participación de actores públicos y privados. Finalmente, Alfonso Malky, Director Técnico de CSF para América Latina, resaltó la importancia de tomar acciones inmediatas para reducir las crecientes tasas de deforestación señalando que, “la mejor oportunidad que tiene Bolivia para alcanzar sus compromisos climáticos está en sus bosques, la creciente deforestación observada durante los últimos años posicionó a Bolivia como uno de los tres países con mayor deforestación del mundo y como el primero en términos de deforestación per cápita, por lo cual es necesario que se tomen acciones inmediatas para revertir esa tendencia”.
Según el estudio, postergar el cumplimiento de las metas de reducción de deforestación (previstas hasta 2030), hasta el 2050, implicaría la emisión de más de 830 millones de toneladas adicionales de CO2eq (dióxido de carbono equivalente). Este escenario, no solo imposibilitaría el cumplimiento de los compromisos climáticos de Bolivia, sino que provocaría pérdidas irreversibles para la economía boliviana y un deterioro significativo en el bienestar de la población.